✨ invisible Room ✨ es el resultado de nuestra pasión por explorar y llenar el futuro con las narrativas que necesitamos para imaginar mundos radicalmente distintos: más justos, más plurales, más divertidos y más responsables. Cada conversación será una oportunidad para reflexionar sobre las problemáticas que moldean el presente e inyectar esa energía que tanto necesitamos.
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Glimpse: nuestra Newsletter
Glimpse es la newsletter mensual de Invisible. Glimpse es un lugar de pausa y observación, un espacio donde destacamos esas ideas, reflexiones, artistas, señales y visiones de futuro que brillan de manera casi imperceptible a nuestro alrededor. Dirigida a aquella personas inquietas ante el mundo actual y los futuros posibles, cada edición de nuestra newsletter se centra en un concepto distinto, buscando inspirar y provocar pensamientos.
Glimpse se fundamenta en la convicción de que hablar sobre temas diversos y crear narrativas es esencial para moldear el imaginario colectivo. Reconocemos que el futuro afecta todos los aspectos de la vida humana, y por ello, nuestra newsletter se dedica a explorar estas múltiples facetas. Nuestro enfoque se centra en ir más allá de lo convencional, divulgando información y perspectivas que a menudo quedan fuera del alcance de los medios mainstream.
En cada número seleccionamos una serie de artículos, artistas, innovaciones y provocaciones que nos ayudan a imaginar el futuro de temas tan diversos como la muerte, los sueños, la magia o lo cute.
Cada entrega de Glimpse es una invitación a explorar y a ser parte de una comunidad que valora la profundidad, la creatividad y el conocimiento. Con Glimpse, cada mes es una oportunidad para abrir los ojos a las maravillas sutiles y significativas del mundo y los tiempos venideros.
100 años de Barbecho
Nuevas metáforas para nuevos futuros: de cargarnos como máquinas a barbechar como cultivos.
El descanso es el concepto en torno al que gira “Scenes: Tras 100 años de barbecho.”
El descanso es una necesidad fisiológica humana invariable, pero la manera en la que cubrimos esa necesidad puede cambiar. Cambia con los comportamientos si comenzamos a descansar tomando CBD o melatonina, si limitamos el horario de trabajo o cambiamos de playlist de sonidos de ballenas. También cambia el descanso en lo cultural si varía el concepto de intimidad, esfuerzo o realización personal.
Hemos creado unos imaginarios sobre la vida descansada llenos de balnearios, camomilas y sensación de ligereza. Estos imaginarios han creado el estándar para medir si nuestro descanso es normal, ideal o patológico. En otras palabras, la idea de llegar a descansar bien puede acabar por robarnos el sueño.
Hablar de cómo de cansados nos sentimos es complicado, por eso solemos recurrir a metáforas. Investigando sobre el cansancio descubrimos que la metáfora mecánica es la que más se repite. Continuamente leemos sobre estar fundido, necesitar desconectar o cargar las pilas. Detectar el uso de estas metáforas es importante porque la forma en la que entendemos nuestro cuerpo influye en la manera en la que nos comportamos con él.
En esta cena desvelamos algunas metáforas, en cierta manera casi obsoletas, y especulamos con otras que nos trasladan hacia lo orgánico, atribuyendo otros significados.
A través del imaginario del descanso exploramos un futuro sin caer en la utopía o distopía, simplemente vivimos la experiencia por unas horas en las que debatimos cómo pudimos llegar ahí.
¿Cómo podría ser el descanso en el 2100? En esta cena utilizamos la idea del descanso y su imaginario como herramientas para explorar un futuro sin caer en la utopía o distopía. Investigamos las conversaciones que existen sobre el cansancio y el descanso y las temáticas que lo atraviesan, trabajo, tiempo libre, cuerpo o fatiga, para así entender los cambios emergentes que pueden redefinir cómo vivimos la estación estival.
En esta investigación emergieron tres temáticas principales relacionadas con las formas de cansancio y descanso: el trabajo, el ocio y el cuerpo. Estos tres factores influyen en cualquier tema que queramos explorar sobre la idea de descanso, ya sea las redes sociales, el tiempo libre, las formas de trabajo, el esfuerzo o la comodidad. Existe un paralelismo entre estos tres temas y los bloques del modelo de las 8 horas.
Para comprender cómo podría evolucionar el descanso en los próximos 100 años, desgranamos cómo evoluciona la relación entre el trabajo, el ocio y el cuerpo y las metáforas asociadas. Analizamos las señales emergentes, tendencias y fuerzas para llegar a nuevos paisajes y escenarios de futuro, llamados de Holobionte, Poda y Barbecho. En cada bloque exploramos el modelo actual y la narrativa de futuro posible.
Del cortocircuito al holobionte
“La vida no puede ser trabajar toda la semana e ir el sábado al supermercado” – Juan Luis Arsuaga
El holobionte representa formas de trabajo distribuido y colaborativo con las que evitar el agotamiento.
Si la metáfora que representa las evidencias más comunes hoy en día del agotamiento laboral es la del cortocircuito, la metáfora hacia la que parece que transitamos es la del holobionte.
El cortocircuito ha desencadenado movimientos que priorizan una mayor importancia de la vida no productiva. El descanso se utiliza como un medio de protesta en una sociedad que exige más de los participantes.
Sin embargo, un holobionte es una entidad formada por la asociación de diferentes especies que se transforman en una unidad ecológica. Es decir, cuando un animal o planta vive en colaboración con otros organismos. Algo así como un complejo multi-especie. Este holobionte distribuye el trabajo para que todas las especies prosperen. Hoy en día lo vemos cuando se involucran a más personas en la crianza o cuando se evitan puestos que abarcan mucha responsabilidad porque el trabajo se vuelve cada vez más absorbente.
De la descarga a la poda
«No basta con estar ocupados; las hormigas también lo están. La cuestión es: ¿en qué estamos ocupados?». – Henry David Thoreau
La poda representa una decisión respecto a qué dedicar la atención cuando el tiempo libre escasea.
El cansancio no es algo exclusivo del trabajo, también nos cansamos del ocio, de socializar o ver series. Si la metáfora que representa las evidencias más comunes hoy en día del agotamiento en el tiempo libre y la atención es la de la descarga, la metáfora hacia la que parece que transitamos es la de la poda.
Nos descargan los estímulos que reclaman unos segundos de nuestra mirada. El FOMO
(fear of missing out) no nos deja perdernos un nuevo plan, un nuevo crush, un nuevo libro,
una nueva serie, un nuevo viaje. Odiamos aburrirnos y procrastinar nos obsesiona a la vez que las tecnologías digitales nos ofrecen una vía de escape rápida con estímulos inmediatos, placenteros y poco exigentes.
Sin embargo, la poda nos habla cómo decidimos en qué merece la pena cansarnos. Cuando se poda se elige en qué ramas centramos el crecimiento del árbol. Las podas se hacen con algún objetivo, como incentivar la floración del próximo año o dar cierta forma a la planta para que sea fácil cosechar los frutos. Pensar el cansancio desde la poda nos hace más conscientes del modo en el que usamos nuestro tiempo en una sociedad en la que es cada vez más preciado.
De la desconexión al barbecho
«Descansa; un campo que ha descansado da una cosecha abundante». – Ovidio
El barbecho representa un reposo acorde con las necesidades de nuestros cuerpos biológicos.
La metáfora que hoy se aplica cuando hablamos de descansar es la de la desconexión. La desconexión es una retirada. Como cuando volvemos a casa al final del día y huimos de la ciudad donde escasean los lugares de descanso. Y nos tiramos en el sofá para pedir comida china a través de una app y dejamos que el glutamato monosódico nos ayude a dejar de pensar, porque está todo muy rico. También es una huida cuando apagamos el móvil. El ciberespacio ha conseguido hacer obsoleto el concepto de “espacio de trabajo” pero no el de “espacio de descanso”.
Aquí la metáfora hacia la que transitamos es la del barbecho. El terreno se vuelve a oxigenar y nutrir simplemente vaciándolo, arándolo y por un tiempo dejándolo estar, respirar. Las tierras de un campo no se agotan de nutrientes porque el periodo de barbecho evita que acaben exhaustas.
Un descanso entendido como barbecho podría ser más consciente de nuestro cuerpo y del entorno en el que se desenvuelve. En vez de descansar cuando llegamos a nuestro límite se incentivaría el descanso durante el día. Hablamos de materiales, estímulos o rituales que ayuden a mantener nuestra energía, a hacer “barbecho” en vez de drenarse poco a poco.
La decisión más inteligente de la Historia
Los niveles de cociente intelectual han disminuido por primera vez en décadas – Revista «Intelligence»
La inteligencia es el concepto en torno al que gira “Scenes: La decisión más inteligente de la historia.”
Todos aspiramos a tomar decisiones inteligentes: para ello nos apoyamos en nuestra experiencia, en nuestro entorno o en las herramientas a nuestra disposición. Lo que hoy consideramos una decisión inteligente es también un reflejo de cambios emergentes en nuestra economía, valores, política o tecnología.
¿Qué puede significar ser inteligente en el futuro?
En esta velada echamos un vistazo al futuro ampliando la definición de inteligencia. Nos convertimos en una masa pensante que explora la inteligencia en el año 2070, aquella que va más allá del cerebro, de los individuos y de las máquinas.
¿Cómo podría ser la inteligencia en el 2070? En esta cena utilizamos la idea de inteligencia y su imaginario como herramientas para explorar un futuro sin caer en la utopía o distopía. Investigamos las conversaciones que existen sobre la inteligencia y las temáticas que lo atraviesan, conciencia, pensamiento colmena, irracionalidad o inteligencia artificial para así entender los cambios emergentes que pueden redefinir cómo vivimos la estación estival.
En esta investigación emergieron tres temáticas principales relacionadas con las formas de inteligencia que pueden obtener protagonismo en el futuro: inteligencia individual, inteligencia ecosistémica e inteligencia sintética. Estos tres factores influyen en cualquier tema que queramos explorar sobre la idea de descanso, ya sea las redes sociales, el tiempo libre, las formas de trabajo, el esfuerzo o la comodidad. Existe un paralelismo entre estos tres temas y los bloques del modelo de las 8 horas.
Para comprender cómo podría evolucionar la inteligencia en las próximas décadas, desgranamos cómo evoluciona la relación entre el razonamiento indoividual, el pensamiento colectivo y la relación con la tecnología. Analizamos las señales emergentes, tendencias y fuerzas para llegar a nuevos paisajes y escenarios de futuro. Inteligencias múltiples, La inteligencia de los otros y Mentes sintéticas son los nombres que hemos asignado a cada una de estas narrativas de cambio. Durante la cena se exploraron cada una de ellas a través de distintos debates y dinámicas.
1. Inteligencias múltiples: Pensar fuera del cerebro
«Hace falta algo más que inteligencia para actuar de manera inteligente». – Fiódor Dostoyevski, «Crimen y castigo»
Hay muchas evidencias de que en el futuro puede que la capacidad de razonar en solitario no sea nuestra mejor habilidad. El primer artículo de la revista Nature en 2023 señalaba que cada vez los papers académicos son cada vez menos disruptivos.
La exploración de la inteligencia de los individuos incluye tanto la mejora la capacidad de razonamiento, como la comprensión de los mecanismos de las decisiones irracionales. .
La razón, la intuición y el inconsciente siempre han influido en nuestras decisiones. En un futuro próximo puede sean consultados de manera proactiva para tomar decisiones.
2. La inteligencia de los otros: Ensamblajes de la mente colectiva
«No hay sistemas separados, el mundo es un continuo». – Donella Meadow
Las mentes colectivas son un ensamblaje de inteligencias humanas y no humanas.
En el modelo de gobernanza jerárquico son unos pocos expertos, tecnócratas, lo que toman las decisiones con mayor impacto. Sin embargo, los retos contemporáneos son cada vez más complejos y sistémicos, por lo que algunos defienden que lidiar con ellos requiere una conciencia global y por tanto una «inteligencia planetaria».
Algunas organizaciones ya se han abierto al pensamiento colectivo y la intervención del público en sus proyectos de innovación. Otras, como Apple, comienzan a rendir cuentas a la propia naturaleza sobre sus estrategia de sostenibilidad. También hay quien ha incluido a la naturaleza en el consejo directivo, como es el caso de la empresa cosmética «Faith in nature».
Utilizar esta inteligencia planetaria en el futuro podría permitir a todos los agentes hablar con voz propia. No es una cuestión de consulta pública para la inclusión, sino de buscar de manera activa el punto de vista de todos los actores para que las decisiones sean transformadoras.
3. Mentes sintéticas: Pensamientos en flujo
«Moldeamos nuestra tecnología, y la tecnología después nos moldea a nosotros.». – Jim Dator
Las mentes sintéticas son el resultado emergente de la interacción entre humanos e IA.
En la inteligencia sintética no podemos separar la influencia que las personas tienen en las IA. Por ejemplo, investigadores del Deepmind de Google descubrieron que la capacidad matemática del sistema mejoraba si al hacer la petición o prompt se le indicaba que «respirase profundo y pensase paso a paso».
Asimismo, no podemos separar la influencia que las IA tienen en las personas. El concepto «centauro» habla de quienes trabajan siendo asistidas con IA. La consultora BCG ha hecho un estudio que confirma que sus trabajadores tienen mejor resultado cuando usan IA.
Si consideramos que continuará existiendo el binomio humano-IA, la incertidumbre se plantea respecto a quiénes son los humanos que realmente formaban parte de este binomio. ¿Quién tiene acceso a las IA más potentes? ¿A quién pertenecerán los datos colectivos que necesita?
Aún quedan días de verano
“AEMET estima que desde los años 80 del siglo XX los veranos se han alargado diez días cada década.”
El verano es el concepto en torno al que gira “Scenes: Aún quedan días de verano.”
El verano nos brinda la oportunidad de escapar de las obligaciones del día a día y abandonar por un momento la rutina; nos invita a concentrar nuestro tiempo y energía en aquellas cosas que nos importan, más allá del trabajo. La tecnología, la política o la economía quedan suspendidas en el aire para no romper la magia de las vacaciones.
En su lugar hablábamos de los sitios que hemos visitado, a quién hemos conocido o qué novela hemos disfrutado, fingiendo no saber que son los factores políticos, económicos o sociales los que permiten estas elecciones.
El verano está asociado a unas ideas muy concretas. Vacaciones, playa, sol, helados, excursiones… Sin embargo, estos arquetipos no tienen más que unas décadas de vida, los veranos del futuro puede que sean muy distintos a como los conocemos hoy.
¿Cómo podría ser el verano en el año 2100? En esta cena utilizamos la idea de verano y su imaginario como herramientas para explorar un futuro sin caer en la utopía o distopía. Investigamos las conversaciones que existen sobre el verano y las temáticas que lo atraviesan, trabajo, economía, ocio o alimentación, para así entender los cambios emergentes que pueden redefinir cómo vivimos la estación estival.
Las vacaciones, las relaciones personales y el calor fueron las tres palancas clave para explorar los muchos temas que atraviesan la idea de verano, ya sea el turismo, el estatus, la belleza, la alimentación o el trabajo. La economía de la sensación, El buen ancestro y Un mundo más caliente son los nombres que hemos asignado a cada una de estas narrativas de cambio. Durante la cena se exploraron cada una de ellas a través de distintos debates y dinámicas.
Economía de la sensación
‘It takes synesthesia, sensing in new ways across senses. It takes warmth, weirdness, and wonder.’
Nora Bateson
En la Economía de la Sensación la búsqueda del placer pasa por generar experiencias que eviten el sufrimiento.
El principal fin de las vacaciones es hacernos sentir bien tras un año de trabajo y sacrificio. Sin embargo, ¿podremos hacerlo aún sin vuelos baratos? Frente al burnout y el aumento del coste de vida, quizás la clave no esté en conseguir mejores compensaciones sino en disfrutar de los procesos, de las cosas que hacemos cada día. Puede que tengamos que reestructurar las actividades que hacemos cada día. Comprender las sensaciones que nos hacen sentir bien.
El buen ancestro
En 2100 se proyecta que el 40% de la población en España será mayor de 60 años, actualmente es el 25%.
Fuente: UN. World Population Prospects 2022
El buen ancestro incita a que distintas generaciones muy alejadas convivan con igual legitimidad.
El verano es una idea que empieza a definirse en la infancia gracias a las vacaciones escolares. Durante gran parte de esta etapa vital e incluso en la adolescencia contamos con casi 3 meses que crean el mito del ‘verano eterno’. Puede que en el 2100 ya no sea éste el caso. Si cada vez hay menos jóvenes, quizás el significado del verano podría cambiar. La proyección de Naciones Unidas es que en España en el 2100 el 40% de la población será mayor de 60 en España. En esta circunstancia, la población en edad escolar sería un porcentaje muy pequeño. El peso cultural del verano de la infancia podría desaparecer.
Un mundo más caliente
La Agencia Internacional de la Energía apunta que con las promesas que hay sobre la mesa, la temperatura media global subirá 2,6 ºC en 2100.
Un mundo más caliente nos empuja a priorizar aquellas cosas que nos gustaría salvar del fuego. El calor es una referencia clave en el verano. Sin embargo, el calor en el futuro parece ser una característica que va más allá de la época veraniega. El aumento de las temperaturas es otro de los cambios sistémicos y multifactoriales.